Incorporando en tus tareas de gestión el observatorio de la competencia de forma recurrente. Debes partir de seleccionar bien a quién consideras competencia y realizar sondeos en aquellos elementos que conforman la parte clave de tu negocio. Los productos, servicios y precios. Igualmente la demanda y el poder adquisitivo de tu público objetivo. Siendo clave detectar las oportunidades y amenazas para tu negocio.

No se debe pensar que, porque sean mis clientes y me hayan elegido a mí, ya los he fidelizado. Los clientes son una pequeña planta, que si dejamos de regarla y cuidarla…, las perdemos. Todo estos se debe medir a través de su satisfacción e inquietudes, proponiendo mejoras constantes. 

Son muchos los factores que intervienen en las ventas, desde un posicionamiento de tu marca y productos/servicios, hasta un sistema de medición de tus campañas comerciales. Aconsejamos realizar un plan comercial a dos años, trabajando de manera integrada tus capacidades y las de la competencia, conociendo sobre todo tu público objetivo. En cualquier caso, un profundo estudio de mercado es necesario.

En primer lugar “ante todo calma”. Es normal si tienes unas operaciones poco eficientes, unos productos de baja o poca demanda o unos costes internos descompensados. Es por esto que recomendamos un análisis exhaustivo para conocer el origen y optimizar tu presupuesto lo más posible. Es necesario realizar un análisis más profundo para poder detectar la causa origen y valorar opciones viables. 

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